No importa el fracaso ni el éxito, sino haber traspasado de parte a parte un solo corazón. 
Jean Cocteau

sábado, 11 de octubre de 2008

Nedar en el DIRIGIDO de Octubre.

Los fracasos también pueden considerarse una forma de triunfo. A veces las ambiciones de un artista exceden su capacidad. Norman Mailer, sin ir más lejos, no siempre tocó las teclas oportunas para solucionar sus caleidoscópicos libros. Y Orson Wells dejó inconclusas muchas películas. Sin embargo, consideramos obras maestras buena parte de sus trabajos, más que por lo que dicen, por lo que insinúan. Entre sus pliegues se abren caminos nunca antes transitados. Gracias a sus desmesuras, podemos dar un paso al frente, ampliar nuestras perspectivas sobre la realidad y sobre la ficción. Eso mismo es lo que consigue Carla Subirana con Nadar.

Del artículo de Hilario J. Rodríguez.

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