Aparece una obra cinematográfica que pone de relieve que no todo está perdido en el cine español. Se trata de una película pequeña en apariencia (eso de la producción, la promoción, etcétera) pero enorme, grande, inmensa, extraordinaria en su esencia.
La película propone al espectador un viaje a lo más interior del ser humano, allí donde todas las dudas, pero también todas las certezas, se hacen realidad.
Del artículo de Miguel-Fernando Ruiz de Villalobos en CIENDECINE de Noviembre
No importa el fracaso ni el éxito, sino haber traspasado de parte a parte un solo corazón.
Jean Cocteau
martes, 9 de diciembre de 2008
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